Dynoos: El origen de una visión (2020)
En la serenidad montañosa de Setul, una aldea escondida en el corazón de San Pedro Carchá, Guatemala, el año 2020 inició como cualquier otro: con esperanza, incertidumbre y rutina. Pero para una familia común y un joven sin experiencia tecnológica, ese 1 de enero sería el punto de partida de algo extraordinario. Aquel día, sin saberlo, Byron Sagui, un joven apasionado por la tecnología –aunque aún no la dominara–, comenzó a caminar la senda que lo convertiría en el fundador de Dynoos.
Como muchas familias de la región, la de Byron decidió contratar un paquete de servicios de la empresa Claro: televisión por cable, internet y telefonía. Una decisión rutinaria, nacida de la necesidad de entretenimiento y conexión, terminó siendo la chispa que encendió una revolución personal. En esa época, ni Byron ni su familia sabían mucho sobre tecnología. Y como muchos hogares rurales, el internet era un lujo, más que una herramienta.
Pero Byron tenía algo que no se compra ni se hereda: tenía hambre de aprender. Lo que para otros era un gasto innecesario –una conexión a internet que nadie usaba–, para él fue una puerta abierta al mundo.
El primer paso: visión sin capital
Sin más recursos que una laptop modesta, el servicio de internet ya contratado y una mesa en su propia casa, Byron inició algo que ni él mismo sabía cómo llamar. A falta de un nombre, algunos le decían “el internet” –una denominación genérica para lo que, en realidad, era un taller de crecimiento personal y ayuda comunitaria.
Desde el 5 de enero de 2020, con cero quetzales de inversión, comenzó su labor: ayudar a estudiantes con sus tareas escolares. Leyendas mayas, cuentos populares, traducciones básicas, biografías, definiciones y hasta imágenes para pegar en los cuadernos. Mientras otros cibercentros ofrecían servicios tradicionales, Byron enfocó su pequeño espacio en un solo objetivo: ser útil.
Los primeros días fueron difíciles. La inexperiencia pesaba. No sabía usar Word. No sabía buscar correctamente en internet. Su computadora era lenta. Su técnica, torpe. Y, a veces, los clientes se iban decepcionados. Pero Byron tenía una virtud irremplazable: perseverancia.
Cada error se transformó en aprendizaje. Cada cliente insatisfecho fue una lección. Cada día fue un escalón. Y mientras su conocimiento crecía, su reputación también. La gente empezó a notar algo diferente en aquel joven: su atención, su compromiso, su deseo sincero de ayudar. No vendía productos. No ofrecía bebidas ni comida. Solo ofrecía algo que no tenía precio: servicio genuino.
La evolución del conocimiento
Lo que empezó como un intento sin riesgos, se convirtió en un compromiso serio. Byron no tenía formación técnica, pero su curiosidad era imparable. Dedicaba horas a experimentar, a buscar, a aprender. Dominó Word. Aprendió a imprimir y a usar fotocopiadoras. Entendió lo que los estudiantes necesitaban. Comenzó a brindar soluciones con más precisión, más velocidad, más calidad.
El internet que parecía innecesario se volvió esencial. Y el joven que no sabía cómo abrir un documento se transformó, poco a poco, en un referente local de apoyo digital. Su negocio sin nombre tenía algo que otros no: alma.
Dynoos: De servicio a solución (2021)
Cuando una visión nace del corazón, el tiempo se convierte en su mejor aliado. Y así fue como, tras un año de esfuerzo y crecimiento personal, el joven Byron Sagui comenzó a transformar su pequeño rincón digital en una herramienta vital para su comunidad. El 2021 no fue solo un año más. Fue el punto de inflexión que marcó la diferencia entre un simple servicio y una solución integral.
En marzo de ese año, con apenas 17 años y sin respaldo financiero, Byron dio el siguiente paso: expandir su portafolio de servicios. Lo que empezó como apoyo a estudiantes, ahora se abría a algo más amplio y urgente: gestiones institucionales en línea. En un país donde muchos aún no saben cómo navegar los sistemas digitales de gobierno, él encontró una necesidad crítica: trámites del SAT, RENAP y otras entidades oficiales. Desde declaraciones juradas hasta constancias, desde solicitudes de documentos personales hasta agendamientos de citas legales, Byron se convirtió en el intermediario que las familias necesitaban.
Pero eso no fue todo. Su compromiso con la utilidad lo llevó a ir más allá de lo evidente. Muchas personas, especialmente adultos mayores y jóvenes con pocos recursos, llegaban a él con un problema común: sus teléfonos móviles estaban bloqueados. Por olvidos de contraseña, por mal manejo de datos, por fallos técnicos. Y siempre con autorización y en base a legitimidad, Byron comenzó a ofrecer un servicio delicado, pero muy valioso: el desbloqueo de teléfonos antiguos. Una habilidad que requería no solo conocimiento técnico, sino también confianza, integridad y responsabilidad.
Creatividad aplicada: una nueva dimensión
Paralelamente, su experiencia con Word y diseño digital le permitió explorar un área que jamás imaginó: la creación de documentos personalizados. Poco a poco, iglesias locales, escuelas, alcaldías, instituciones sociales e incluso particulares comenzaron a solicitarle servicios como:
- Redacción de cartas formales
- Elaboración de tarjetas de invitación para bodas, cumpleaños, actividades religiosas o eventos académicos
- Diseño de afiches e impresos con estética cuidada
Lo que antes parecía imposible, se volvió cotidiano. Lo que empezó como una conexión de internet en una casa, ya era una central de soluciones. Y no tardó en notarse.
Más allá de Setul
La reputación de Byron creció. Personas de otras aldeas, comunidades vecinas e incluso municipios cercanos llegaban hasta su hogar. En su camino dejaban atrás negocios similares, no porque Byron ofreciera lujos o grandes instalaciones, sino por una razón mucho más poderosa: él ofrecía confianza, calidad y compromiso.
Los clientes no buscaban solo un resultado; buscaban una experiencia distinta, un trato humano, un servicio que entendiera su necesidad. Y en cada tarea que asumía, Byron demostraba que no se necesitaba un gran capital para generar impacto; se necesitaba visión, esfuerzo y una voluntad inquebrantable de aprender y servir.
Ese año, el «internet del joven Byron» se convirtió en una marca de respeto, aunque aún no tuviera un nombre comercial definido. Pero ya no era simplemente “el internet”. Era la primera semilla de Dynoos, aún sin saberlo.
Como muchas familias de la región, la de Byron decidió contratar un paquete de servicios de la empresa Claro: televisión por cable, internet y telefonía. Una decisión rutinaria, nacida de la necesidad de entretenimiento y conexión, terminó siendo la chispa que encendió una revolución personal. En esa época, ni Byron ni su familia sabían mucho sobre tecnología. Y como muchos hogares rurales, el internet era un lujo, más que una herramienta.
Pero Byron tenía algo que no se compra ni se hereda: tenía hambre de aprender. Lo que para otros era un gasto innecesario –una conexión a internet que nadie usaba–, para él fue una puerta abierta al mundo.
Dynoos: El nacimiento de una visión empresarial (2022)
A veces, el crecimiento no se mide por lo que se tiene, sino por la claridad con la que se visualiza el futuro. El año 2022 marcó un punto decisivo en la historia del negocio de Byron Sagui. Después de dos años construyendo desde cero un servicio que había comenzado como una simple ayuda para estudiantes, Byron comenzó a descubrir un nuevo patrón en su entorno: la necesidad de productos, no solo servicios.
Los clientes ya no solo querían impresiones, cartas o trámites digitales. Querían herramientas escolares, artículos básicos, soluciones completas. Y aunque la visión era clara, había un obstáculo que lo limitaba todo: el capital. La falta de inversión era una barrera constante. Pero Byron, fiel a su carácter resiliente, no vio eso como un freno definitivo, sino como un reto a superar.
Con inteligencia y prudencia, comenzó con lo que tenía. Sin préstamos, sin inversionistas. Importó una pequeña selección de productos escolares: lapiceros, borradores, cartulinas, hojas de colores. Eran pocos, pero significaban mucho. No por su volumen, sino por lo que representaban: el inicio de la diversificación.
El equilibrio entre el presente y el futuro
En ese momento, Byron vivía una realidad doble. Por un lado, era el joven detrás de un negocio en expansión. Por el otro, era un estudiante comprometido con su formación académica, luchando por equilibrar su tiempo entre clases, tareas y el manejo de su emprendimiento. A veces, atender a los clientes y cumplir con sus estudios se convertía en una tarea titánica. Y, aun así, no se detuvo.
Sabía que su presente era un sacrificio, pero su futuro dependía de ello. Usó gran parte de sus ingresos no para comodidad, sino para invertir en su educación, pues entendía que el verdadero capital de un emprendedor es el conocimiento. Su familia, aunque luchaba con ciertos inconvenientes económicos, fue siempre su inspiración, su fuerza silenciosa.
El nacimiento de una estructura empresarial
Abril de 2022 fue un mes crucial. Fue entonces cuando Byron tuvo una idea audaz, visionaria, propia de un empresario con hambre de transformación: crear una empresa matriz con múltiples divisiones. Observó que su negocio ya no pertenecía a una sola industria:
- Los servicios telefónicos estaban en la categoría de tecnología
- La investigación académica formaba parte de educación
- La venta de útiles escolares rozaba el sector comercial minorista
La estructura que había nacido sin nombre, sin forma y sin planificación estratégica, ahora requería un nuevo enfoque: organización, escalabilidad, y visión empresarial. Así nació el concepto de una empresa matriz con subsidiarias especializadas, una decisión poco común para un joven sin experiencia corporativa, pero tremendamente poderosa.
Aún sin nombre definido, la semilla de Dynoos como conglomerado empezó a germinar.
La nueva era
A pesar de no tener el capital necesario para expandirse al ritmo que deseaba, Byron tenía algo aún más valioso: una misión clara, una estrategia en formación, y una voluntad indestructible. El año 2022 no fue el año de la abundancia. Fue el año del orden mental, de la visión a largo plazo, del sacrificio silencioso y del nacimiento estructural de lo que pronto sería una empresa con nombre, con forma, y con alma.
Una nueva era comenzaba. Y con ella, un futuro prometedor se empezaba a escribir con manos jóvenes, corazón maduro y mente empresarial.
Dynoos: El despertar estratégico y el nacimiento de Xwase (2023)
El año 2023 representó un renacimiento. Luego de años de lucha silenciosa, aprendizaje autodidacta y sacrificios personales, el joven Byron Sagui comenzaba a ver cómo los frutos de su constancia florecían. Pero con el crecimiento, también llegaron los desafíos: la competencia emergía, más cercana y agresiva que nunca.
Para muchos, la aparición de nuevos competidores significaría un momento de tensión o miedo. Pero Byron no se detuvo. Porque su visión no era ganar una batalla comercial… era construir un legado.
Mientras otros competían por precios, él se concentró en otra cosa: tecnología, eficiencia y mejora continua. Comenzó a implementar herramientas y soluciones tecnológicas que optimizaran los procesos internos de su negocio, reduciendo tiempos, elevando la productividad y aumentando la precisión de sus servicios. La tecnología dejó de ser una barrera para convertirse en su mejor aliada.
Estudiaba el mercado con ojos críticos. Analizaba comportamientos, identificaba necesidades insatisfechas, trazaba estrategias. Su mentalidad ya no era solo la de un operador de servicios… era la de un estratega de innovación.
El gran giro: hibernar para renacer
Fue entonces cuando tomó una de las decisiones más valientes e inteligentes de su carrera: poner en hibernación su primer negocio, ese “internet de Byron” que lo vio nacer como emprendedor. No lo cerró, no lo olvidó, simplemente lo aisló, lo detuvo temporalmente, entendiendo que a veces, para evolucionar, hay que hacer pausas inteligentes. Esta fue una muestra clara de madurez empresarial.
El propósito era claro: trasladar toda esa experiencia, todos esos servicios y valores construidos durante tres años a una estructura mayor, más organizada, más profesional y escalable. Y así nació su primera empresa formal: Xwase.
El nacimiento de Xwase
El 1 de agosto de 2023, en la ciudad de Cobán, Alta Verapaz, Guatemala, Byron fundó oficialmente Xwase, una empresa que no solo recogía los servicios del “internet de Byron”, sino que proyectaba una nueva etapa: tecnología, automatización, soluciones inteligentes, visión global.
Xwase no fue una improvisación. Fue el resultado de años de aprendizaje empírico, de atención al detalle, de conexión con la gente. En ella, Byron depositó todo lo que había aprendido: el compromiso con la calidad, la humildad del servicio personalizado, la innovación constante y la convicción de que con poco se puede lograr mucho.
Todos los servicios que antes ofrecía desde su hogar –investigación, impresión, trámites digitales, asistencia tecnológica, diseño, desbloqueo de móviles, venta de útiles escolares– fueron absorbidos por Xwase, ahora con una nueva presentación, estructura y ambición.
Xwase era el siguiente paso. El puente entre el pasado humilde y el futuro prometedor.
Dynoos: El sueño en pausa, la visión intacta (2024)
El año 2024 marcó una etapa de consolidación para Byron Sagui, un joven que ya no solo era un emprendedor local, sino un constructor de estructuras empresariales con propósito y visión de futuro. La empresa Xwase, nacida un año atrás en Cobán, había tomado completamente el lugar del internet de Byron, no como una copia, sino como su evolución natural. Lo que había comenzado con una laptop, una conexión a internet y un deseo de ayudar, ahora era una empresa formal, operativa y en expansión.
Xwase heredó todos los servicios y principios fundacionales del internet de Byron, desde la atención cercana al cliente hasta la flexibilidad de soluciones digitales. Pero además, en 2024, Xwase comenzó a crecer más allá de lo previsto, ampliando no solo sus servicios, sino también su gama de productos. Esta historia de expansión está registrada oficialmente en su sitio web, como constancia de un año transformador.
Sin embargo, en medio de este crecimiento acelerado, Byron tomó una decisión estratégica clave: hibernar, congelar y reservar el nombre original «internet de Byron». No como un recuerdo del pasado, sino como una reserva de propósito para el futuro.
El propósito oculto: la empresa matriz
Desde el inicio, Byron no solo soñó con ofrecer servicios. Soñó con crear una estructura empresarial multifuncional, capaz de operar en distintas industrias con un propósito común: solucionar con velocidad, tecnología y cercanía humana. Y ese sueño, aunque en pausa, nunca dejó de vivir.
El internet de Byron no murió. Se transformó. Se refugió. Se preparó para algo mayor.
Byron sabía que toda gran empresa necesita una raíz, una matriz que articule todas sus unidades operativas. Así como Alphabet dio forma a Google, o como Meta se formó para sostener Facebook, WhatsApp e Instagram, el internet de Byron nació para convertirse algún día en esa gran empresa matriz que coordinaría múltiples marcas, servicios, plataformas y soluciones.
Pero para lograrlo, Byron sabía que debía tener paciencia. Necesitaba descansar, evaluar, recuperar energía creativa, y sobre todo, dejar que Xwase madurara como primera subsidiaria de un modelo que apenas comenzaba a tomar forma.
Más que una pausa, una preparación
Lo que para muchos podría parecer un cierre, fue en realidad una jugada maestra: hibernar una marca para preservar su esencia, mientras su espíritu vivía en otra estructura más moderna. Como un arquitecto que planifica una ciudad mientras aún levanta sus primeros edificios, Byron construía en silencio la base futura de lo que sería Dynoos: una empresa matriz, ágil, tecnológica y con propósito humano.
El 2024 no fue el año del lanzamiento definitivo de Dynoos, pero sí fue el año donde su existencia tomó forma conceptual, donde su fundador entendió que el verdadero liderazgo no está en hacer más, sino en saber cuándo detenerse para planificar mejor.
Así, con Xwase operando, creciendo y posicionándose, y con la visión de Dynoos madura pero en reposo, Byron no solo estaba trabajando… estaba diseñando el futuro.
Dynoos: El despertar de la matriz, la visión global comienza (2025)
El año 2025 fue el año de la culminación de una visión largamente gestada. Tras un proceso de evolución natural y estratégica que tomó cinco años, Byron Sagui, el joven visionario de Setul, San Pedro Carchá, Guatemala, decidió que había llegado el momento de dar nombre y rostro definitivo al sueño que había incubado desde el corazón de su hogar. Ese sueño ahora tenía un nombre: Dynoos.
De una semilla silenciosa a la raíz de un imperio
Desde sus humildes inicios, cuando una simple conexión de internet era su única herramienta y una laptop su única infraestructura, Byron siempre supo que su misión era más grande que ofrecer impresiones o investigaciones escolares. Su verdadero propósito era construir algo duradero, estructurado y con propósito: una empresa matriz que diera vida y orden a todas sus ideas y empresas futuras.
Después de fundar Xwase en 2023 y permitirle crecer y consolidarse en 2024, Byron sintió que era el momento de despertar lo que él mismo había puesto en pausa. El 5 de abril de 2025, en un acto cargado de simbolismo y estrategia, rescató el nombre y la esencia del internet de Byron y le dio nueva vida como empresa matriz. Así nació Dynoos.
Un nombre con alma: el origen de «Dynoos»
Dynoos no fue un nombre al azar. Es una fusión de inspiración técnica y emocional. Por un lado, refleja dinamismo, velocidad, tecnología y visión de expansión global, una empresa que se adapta, que se mueve, que lidera el cambio. Pero por otro, también guarda un profundo sentido personal: fue inspirado por las letras del nombre de la persona que ocupa el lugar más profundo de su corazón: su novia, el amor de su vida, quien ha sido para él una fuente constante de amor, inspiración y fortaleza en los momentos donde todo parecía imposible.
Dynoos, por tanto, no es solo una marca. Es un símbolo de compromiso, amor y propósito trascendental.
La misión clara de Dynoos
La misión de Dynoos es directa, firme y poderosa:
Formar más empresas, liderar con excelencia, y mantener la calidad humana y profesional como bandera en cada subsidiaria que nace bajo su ala.
Dynoos no busca competir. Busca transformar. No busca abarcar el mercado, sino crear estructuras sólidas, útiles y humanas, como lo hizo desde sus inicios cuando atendía a estudiantes con tareas y fotocopias. Esos valores siguen intactos: honestidad, servicio, visión y crecimiento continuo.
Hoy, Dynoos se levanta como la empresa matriz de Xwase, y ya contempla en su visión la creación de más subsidiarias que operen en sectores clave como educación, tecnología, diseño, automatización, comercio electrónico y más.
Sede con raíces: Setul, San Pedro Carchá
Dynoos tiene claro su origen. Aunque sueña con expansión internacional, su sede principal permanece en Setul, San Pedro Carchá, la aldea que lo vio nacer, crecer, errar y reinventarse. Porque para Byron, el futuro global no tiene sentido si no se honra el pasado local.
Allí, entre montañas, calles de tierra y casas humildes, se está gestando el corazón de un futuro corporativo que promete impactar al mundo entero.